Recuerda amado que:
Ni la noche sería tan noche, si no sirviera para enmarcar nuestras siluetas unidas...
Ni la mañana tan mañana, si el sol no floreciera en el atisbo de nuestras sonrisas...
Ni la luz tan luz, si reflejada no estuviera en tu mirada, que al mirarme me ilumina...
Ni el amor tan amor, si no fuera como el nuestro, que frente a la adversidad se empecina...
Ni la victoria tan victoria, como este ganarle día por día a la vida...
Ni la miel tan miel, si en nuestros besos no encontrara el néctar que la cautiva...
Ni la estrella tan estrella, si a pesar de ser fugaz nuestro sendero no ilumina...
Ni los pasos tan certeros, ni tan ciertos, si hacia nuestra única meta no se encaminan...
Ni las caricias tan caricias, si en ellas no imperaran airosas, tu alma abrazadita a la mía...
Ni la realidad tan real, si la ilusión que nos guía, un día amaneciera dormida.
N. S. P.
18 julio 2008
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