P R O L O G O

Quiero contarte que desde siempre me he sentido poeta, como parte de mi filosofía de vida. El mundo de las letras, es un mundo mágico que nos permite desplegar alas invisibles y emprender vuelo. A veces hacia nuestro interior, nuestro pasado o algún lugar remoto que aún no habíamos descubierto, trasponiendo enormes distancias en tan solo segundos. En ocasiones anochece siendo de día, otras, un sol inesperado nos ilumina la noche. La música, como una eterna compañera, eleva a la inspiración y las melodías junto con las palabras acarician el alma. Cuando esto sucede, solo me falta mi amado mar para que sea perfecto, contemplándolo o internándome en él logro una armonía única entre mi humanidad y la naturaleza.
Siento que la mejor mirada es aquella que se pierde en el interior de quien tenemos delante, de tal modo, que hasta olvidamos el color de sus ojos.
Por último quiero decirte que envejecer es una decisión del espíritu, por lo que resulta imprescindible no dejar morir a nuestro niño o niña interior.



01 enero 2021

 Mi primer escrito del año                                         

 

Ella:- He venido a buscarte.

El: - pero debiste avisarme con tiempo, aún no me he preparado…

Ella:- Jamás me comprometí a llamarte antes de venir.

El:- Son reglas de mera cortesía, mis valijas no están hechas, no decido que llevarme..

Ella:- Siempre discutiendo por trivialidades, te anticipo que esta vez tus razones, que no son las mías, resultan infructuosas.

El: -y yo te digo que lo que no es importante para ti, tiene mucho sentido para mí, más allá que nunca nos llegaremos a poner de acuerdo.

Ella:- sabías que haríamos este viaje, no me responsabilices por tu falta de prevención.

El: -En fin, estamos perdiendo un tiempo valioso discutiendo cuando lo que necesito es que me ayudes a decidir qué sería conveniente llevarme.

Ella:- Da igual, no traigo portaequipaje y somos varios. Tú y tu eterno materialismo, dándole más importancia a las cosas que a las personas; al entorno más que al momento; a tu imagen que a tu interior y puedo seguir, pero estoy apurada, a diferencia tuya soy muy puntual…

El: -Eso no es cierto!!! Exageras!!! Además quién te crees que eres para juzgarme? Para reprochar como pienso, cuáles son mis intereses, qué es lo que valoro y qué no? Cuáles mis necesidades…

Ella:- Que obstinado eres!!! Estás allí sentado, enojado, despotricando, aferrado a lo intrascendental. Poniendo en mí aquello de lo que no te quieres hacer cargo!! Lo mismo que haz hecho toda tu vida!!!

El: -Qué dices? Me he pasado la vida entera trabajando para otros, la mayoría ingratos e insensibles. Les he dado hasta lo que yo mismo necesitaba!! He priorizado sus necesidades a las mías!! Y ahora vienes tú y me criticas como si tuvieras alguna autoridad, me tratas como si hubiese sido un egoísta que sólo pensó en sí mismo. No me conoces!! No tienes idea sobre quien he sido, sobre quien soy.

Ella: -Supongo por tu razonamiento que no aprendiste que el peor egoísmo es el que se ejerce hacia uno mismo. Que dar no tiene por qué cercenar tu capacidad de recibir. Que querer a otros no te imposibilita quererte a ti mismo. Que podrías haberte incluido en el círculo en lugar de haberte dedicado a dar vueltas en torno a él. Que el haber visibilizado tus debilidades, tus carencias no te habrían hecho un ser más débil, por el contrario, hubieras disfrutado mucho más y sufrido mucho menos. Nadie te obligó a cargar cruces ajenas, cuando se podría haber compartido el peso…

El: -..quizás tengas razón en eso, pero nadie te enseña a vivir, no existe un reglamento, se vive improvisando frente a las circunstancias que nos toca atravesar… y no me estoy justificando por quien fui, por lo que hice o no hice..

Ella: -Bueno, basta de palabras y a los hechos

El: -He decidido no llevarme nada o sí… me llevaré las fotos de los momentos que guardo en mi memoria, en mi corazón, en mis recuerdos. Me llevaré lo que he sentido y lo que han sentido por mí. Me llevaré la emoción del primer beso, el vuelo de la ilusión, el sonido de las voces añoradas, las risas, los llantos, la ternura, la mirada penetrante y noble de mi perro, las caricias que di  y las que quise dar y no me animé. Me llevaré la música, los poemas escritos con amor… Puedo?

Ella: -Sí, puedes, eso es todo lo que en verdad te pertenece, lo que ha vivido en ti y lo que te llevas contigo.   

El: -Gracias. Emprendamos este último viaje… ya estoy listo.

 

                                      N.S.P.

                                     01/01/2021