Mi primer escrito del año
Ella:- He
venido a buscarte.
El: - pero
debiste avisarme con tiempo, aún no me he preparado…
Ella:- Jamás
me comprometí a llamarte antes de venir.
El:- Son
reglas de mera cortesía, mis valijas no están hechas, no decido que llevarme..
Ella:- Siempre
discutiendo por trivialidades, te anticipo que esta vez tus razones, que no son
las mías, resultan infructuosas.
El: -y
yo te digo que lo que no es importante para ti, tiene mucho sentido para mí,
más allá que nunca nos llegaremos a poner de acuerdo.
Ella:- sabías
que haríamos este viaje, no me responsabilices por tu falta de prevención.
El: -En
fin, estamos perdiendo un tiempo valioso discutiendo cuando lo que necesito es
que me ayudes a decidir qué sería conveniente llevarme.
Ella:- Da
igual, no traigo portaequipaje y somos varios. Tú y tu eterno materialismo,
dándole más importancia a las cosas que a las personas; al entorno más que al
momento; a tu imagen que a tu interior y puedo seguir, pero estoy apurada, a
diferencia tuya soy muy puntual…
El: -Eso
no es cierto!!! Exageras!!! Además quién te crees que eres para juzgarme? Para
reprochar como pienso, cuáles son mis intereses, qué es lo que valoro y qué no?
Cuáles mis necesidades…
Ella:- Que
obstinado eres!!! Estás allí sentado, enojado, despotricando, aferrado a lo
intrascendental. Poniendo en mí aquello de lo que no te quieres hacer cargo!! Lo
mismo que haz hecho toda tu vida!!!
El: -Qué
dices? Me he pasado la vida entera trabajando para otros, la mayoría ingratos e
insensibles. Les he dado hasta lo que yo mismo necesitaba!! He priorizado sus
necesidades a las mías!! Y ahora vienes tú y me criticas como si tuvieras
alguna autoridad, me tratas como si hubiese sido un egoísta que sólo pensó en
sí mismo. No me conoces!! No tienes idea sobre quien he sido, sobre quien soy.
Ella: -Supongo
por tu razonamiento que no aprendiste que el peor egoísmo es el que se ejerce
hacia uno mismo. Que dar no tiene por qué cercenar tu capacidad de recibir. Que
querer a otros no te imposibilita quererte a ti mismo. Que podrías haberte
incluido en el círculo en lugar de haberte dedicado a dar vueltas en torno a
él. Que el haber visibilizado tus debilidades, tus carencias no te habrían hecho
un ser más débil, por el contrario, hubieras disfrutado mucho más y sufrido
mucho menos. Nadie te obligó a cargar cruces ajenas, cuando se podría haber
compartido el peso…
El: -..quizás
tengas razón en eso, pero nadie te enseña a vivir, no existe un reglamento, se
vive improvisando frente a las circunstancias que nos toca atravesar… y no me
estoy justificando por quien fui, por lo que hice o no hice..
Ella: -Bueno,
basta de palabras y a los hechos…
El: -He
decidido no llevarme nada o sí… me llevaré las fotos de los momentos que guardo
en mi memoria, en mi corazón, en mis recuerdos. Me llevaré lo que he sentido y
lo que han sentido por mí. Me llevaré la emoción del primer beso, el vuelo de
la ilusión, el sonido de las voces añoradas, las risas, los llantos, la
ternura, la mirada penetrante y noble de mi perro, las caricias que di y las que quise dar y no me animé. Me llevaré
la música, los poemas escritos con amor… Puedo?
Ella: -Sí,
puedes, eso es todo lo que en verdad te pertenece, lo que ha vivido en ti y lo
que te llevas contigo.
El: -Gracias.
Emprendamos este último viaje… ya estoy listo.
N.S.P.
01/01/2021